Magia otoñal

Hoy caminé por la alameda ensimismada en mis oscuros pensamientos, cuando de pronto se levantó una ráfaga de viento que hizo volar las hojas de los álamos, y de pronto me vi envuelta en una especie de ilusión.
Miré hacia arriba y parecía como si las hojas cayeran desde el mismo cielo, fue ahí cuando sonreí ampliamente al darme cuenta, una vez más, que la luminosidad del sol unida a la magia provocada por el caer de las hojas de una quieta arboleda, alimentaban mi espíritu herido y cansado ayudándolo a pensar en que todo es cíclico, las hojas no caen para siempre, lo hacen sólo para dar paso a otras más hermosas aún.

Tratar es mejor que nada...

HOY, yo defiendo la vida, yo le doy valor a la vida por lo que significa, por lo que vale, por lo que entrega. Veo la vida como un regalo de alguien que quiere que yo exista.
Soy inmensamente feliz estando viva, por lo mismo valoro todo lo bueno y “trato” de dejar todo lo malo atrás.
Trato de no amargarme por tanto tiempo, trato de no odiar fortuitamente y cuando lo hago, me esfuerzo por volver a amar con rapidez. Trato de no dar importancia a cosas que no se la merecen.
Ahora, si todos tratamos de hacer esto, ¿no sería mejor nuestra convivencia?