Paradójicamente el 11 de septiembre con eclipse de sol incluido, al fin rendí mi examen de grado con resultados inmejorables. Fue un día especial y la alegría siento que no me cabía en el pecho.
Para mí fue particularmente difícil este proceso y recordé los innumerables problemas que debí soportar para llegar a esta etapa.
No fui una estudiante común, pues aparte de estudiar, debía criar a mi hija, llevarla al colegio, cocinar, lavar, planchar, discutir con mi amado y muchas veces irme a la Universidad con una pena tremenda y tener la suficiente capacidad de olvidarme del dolor para contestar algún examen.
Hoy me siento fuerte, grande y las palabras de mis profesoras y profesores ese día, corroboran que soy una mujer a todo dar!!, pues logré vencer cada barrera que se me puso en el camino y seguir adelante. Por eso también agradezco a Dios que me dio fuerzas para continuar cuando sentía que ya no podía más.
Este momento especial en todo sentido, quiero compartirlo con ustedes amigos y amigas bloggers, pues aunque no lo crean, mientras me felicitaban, pensé en ustedes y quería contarles pronto esta experiencia.
Cariños y besos a todos/as
