martes, octubre 24, 2006

Sueños, amistad y recuerdos

Hoy quiero dedicar este comentario a una persona muy especial en mi vida: Sergio Arriagada, alias “El Checho”, el amigo más grande que he tenido en mi vida.
Nos conocimos en el liceo y nos fuimos haciendo amigos con el tiempo, pero nuestra relación se basó en fuertes cimientos que hasta ahora me pregunto de dónde salieron. Nunca nos confundimos, llegamos a dormir juntos sin sentir la “tentación” de gustarnos.
Por qué este comentario, pues porque anoche soñé con mi vida anterior, en mis sueños volvía a caminar el trayecto de mi casa a la suya, nos sentábamos en la banca con brazos de forma de caballo que estaba fuera de la puerta de su casa, fumábamos algún cigarrillo “a medias” y conversábamos largamente, tratando siempre de alejarnos de la “huequería” de la juventud. Luego me rogaba que le regale mi chaleco “el zanahoria” y yo le prometía que algún día se lo regalaría, le pedía prestado su “polerón café con capucha” y me lo pasaba inmediatamente.
Íbamos a su pieza (la última del pasillo), me probaba sus chalas y en su armario aún estaba mi chaleco café de lana cruda que se lo había prestado hace meses.
Me preguntaba
- Y qué onda con Adrián po?
Y yo le decía “
- ¿y a ti se te olvidó la mosquita muerta?, ella no es para ti, Cristina es una buena mujer
- Mañana me voy a mochilear
- A dónde vas ahora?
- Pensamos llegar lo más al sur que se pueda
- Cuando vuelves?
- Dos semanas
- Te cuidas…Debo irme, sólo pedí permiso un ratito, anda a dejarme
- Noooo
- Ya no seas flojo
- Tenís jugo
- Sí, pero yupi no más
- ya vamos
Caminábamos una cuadra, que era la distancia que separaba nuestras casas y en el portón de la mía, conversábamos media hora más…

Checho y yo compartimos nuestras vidas y nuestro paso de adolescentes a adultos, entramos a la universidad (él a Biología Marina, yo a Agronomía), nos enamoramos (Él de Cristina, yo de Adrián), me acogió en su casa cuando de la mía me echaron junto a mi bebé de dos meses, bailamos juntos el vals en su matrimonio y la última vez que nos vimos nuestro comentario mutuo fue “tai más gordito/a ah??”.
Actualmente Sergio terminó un magíster en Biología Marina, está felizmente casado, se acercó a Dios de manera especial y comprometida y cada vez que podemos nos visitamos y nos mantenemos en contacto.
¿Bonita amistad verdad?

P.D: En la vida real, le regalé mi chaleco “zanahoria” y el café de lana cruda aún no me lo devuelve, yo tengo un tazón que me “prestó” por dos días el año 1997 y tres libros que me prestó el 2003.
Con cariño y añoranza a Mi Checho

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